El capitalismo es el sistema que sostiene el mundo, y este depende del constante crecimiento que, ante las diferentes crisis, su solución se resume a la idea de atraer consumidores y, por lo tanto, capital. El sector turístico no se libra, y basarse en este sistema trae consecuencias, como el turismo masivo, la turismofobia o la sobreproducción, entre otras. En su mayoría, consecuencia del deseo del crecimiento económico de los países (cada vez más dominados por empresas extranjeras que por sus propios gobiernos), o de la promoción turística sin límites y, por lo tanto, masificación, protestas sociales, incluso desplazamiento de la población local. Sin olvidarse de la producción derivada de la extracción de los recursos naturales (cada vez más limitados) y, por lo tanto, el incremento de su precio: haciendo que la demanda disminuya y, finalmente, provocando un estancamiento económico derivado de la sobreproducción. La forma más fácil de atraer consumidores y capital es mediante la
ANÁLISIS CRÍTICO EN CUESTIONES DE TURISMO