Según el Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, el 6,1% del Producto Interior Bruto de Euskadi proviene del turismo. Además, 107.000 del total de los puestos de trabajo de la Comunidad Autónoma forman parte del sector turístico, y, con 3,8 millones de turistas al año, el turismo del País Vasco crece más rápido que el conjunto de la economía.
Parecía que el planeta giraba más impulsado por el turismo que por la gravedad del sol (o quizás el turismo era el nuevo sol) hasta que llegó la Covid-19, y dejó de girar.
Puede parecer un desastre, pero es la oportunidad perfecta para que el País Vasco replantee su gestión turística; dejando de lado el turismo de masas que viene sufriendo en los últimos años, y apostando por la sostenibilidad medioambiental, cultural y económica.
La gestión del turismo no es fácil, y no hay una guía que explique paso a paso cómo hacer las cosas; lo que funciona para el país vecino no necesariamente tiene que funcionarle al nuestro.
Con el relanzamiento del sector, Euskadi debe estar preparada no solo para luchar contra la Covid-19 sino para no recibir el virus, con el fin de mantener a la población en un estado estable y trabajar para conseguirlo con la inflación económica que la llegada de turistas supone.
Debido a la situación actual, los turistas evitarán las multitudes, así como las grandes ciudades. Buscarán seguridad, apreciarán la proximidad, valorarán los espacios al aire libre, así como la naturaleza.
La Covid-19 ha puesto el crecimiento económico a disposición de la Comunidad Autónoma Vasca; tenemos lo que buscan los turistas, lo sabemos, ahora hay que demostrárselo a ellos.
Tenemos la oportunidad de dejar de lado los aspectos negativos que el turismo ha supuesto hasta ahora, y volver a los positivos para reactivar el turismo en el País Vasco de forma inteligente y sostenible.
¡Vamos a aprovecharlo!
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